FIN DE CURSO

 

Ya sé que todavía queda más de un mes, pero como todo el mundo siempre nos dice que tenemos tres meses de verano, lo contabilizaré como tal y pondré hoy, antes de esta nueva jornada de reflexión electoral (esto empiece a parecerse cada vez más al día de la marmota), punto y aparte a este blog de opinión educativa, que espero retomar nuevamente con el nuevo curso, una vez estemos todos asentados en nuestras plazas y el cierzo comience a soplar de cola empujándonos hacia un nuevo invierno.

Han sido veintiséis entradas en apenas seis meses, las cuales han recibido cerca de diez mil quinientas visitas y un total de seis mil ochocientos visitantes. Ni en mis mejores sueños para un blog que nacía de la nada, sin redes sociales, sin publicidad y sin ofrecer ningún tipo de recurso educativo a cambio. Simplemente el hecho de leer por leer. De leer sobre educación. Y no historias precisamente agradables, sino en muchos post jodidas y miserables, rebosantes de cinismo, absurdez y estupidez sin límites, llamando a la misma puerta de casa. Solo por eso, por ese seguimiento incondicional, sin pedir nada a cambio, echo la persiana por este primer curso más que satisfecho.

Algunas serán ya para mí entradas históricas, como aquella de “Criaturas e infantes”, retwitteada por el mismísimo Arturo Pérez Reverte, a cuenta del lenguaje inclusivo que aquí el presidente de esta nuestra comunidad quiere imponer al funcionariado, aquella otra de “Los diez mandamientos del Bilingüismo Cañí”, visitada en pocas horas por más de mil personas, o el comentadísimo «Padres de los 80» con la anecdótica fotos de portada en la que pocos se percataron de que aparecía un servidor. Hablamos de la infame medicalización en la  infancia, de las oposiciones teledirigidas, de la Educación Especial, de los debates acerca de las tareas escolares, de política educativa, de Bullyng y de actividades propias de mi centro como la Semana Blanca y la visita de nuestros amigos de Aragua, donde pudimos poner nombres y rostros a los principales protagonistas del proceso educativo. También el homenaje a aquellos profesores de otra generación en «A mis maestros»,  que me propició aquel inolvidable café navideño con la protagonista de la historia, que supuso sin duda uno de los grandes regalos de toda esta aventura.

Me acusasteis de no ofrecer soluciones, también algunos de no mojarme (esto me jode mucho más), otros de ser demasiado barroco con los adjetivos, y todos vosotros de ser demasiado extenso, así que quedará este punto como propuesta de mejora para el siguiente curso. Sin embargo todos lo hicisteis desde el respeto más profundo, algo complicadísimo de encontrar hoy día en las redes, sin tener que arrepentirme para ello de la normativa inviolable que me autoimpuse de no censurar ningún comentario vertido sobre mi persona o sobre los artículos escritos. Discrepasteis y compartisteis mis subjetivísimas sentencias, aportasteis nuevos puntos de vista, en un debate que creo a todas partes nos enriqueció por igual.

Así que me despediré de este espacio por un tiempo. Aprovecharé para formarme y hacerle un lavado de cara al mismo, porque ni aún eso se preparó como es debido. Antes de irme, debo hacer obligado caso al refrán «De bien nacido es ser agradecido«, empezando primero por todos amigos del claustro virtual twittero. Sus aportaciones han sido vitales para la creación de los artículos de este blog, nacidos muchos ellos de la incesante información educativa que me han hecho llegar, de sus opiniones, de las impresiones intercambiadas y de por supuesto de sus propias experiencias. A todos, sois muchos, pero en especial y en representación de los demás a @xarxatic, @signoresalieri, @PsicEduM, muchísimas gracias.

También por supuesto agradeceros enormemente a todos vosotros, los no virtuales, familia, amigos y compañeros, el seguimiento durante estos meses, aprovechando para desearos una feliz recta final de curso. Un final en el que todos por lo menos veamos al otro, al de enfrente, al que ahora parece ser nuestro enemigo, padres con docentes y viceversa, un poco más cercano y por supuesto mucho más humano. En educación estamos en el mismo barco, ambos, conformando junto con nuestros alumnos e hijos, el bando de las víctimas de un infumable y esquizofrénico sistema educativo que ninguno de nosotros ha diseñado. Que nadie lo olvide, aunque quieran enfrentarnos y hacernos creer lo contrario.

De entre todos lectores, quiero acordarme de manera especial de dos grupos que se encuentran en las antípodas laborales y que merecen mi mayor cariño. El de los antiguos compañeros ya jubilados por un lado, aquellos de los que tanto aprendí y que sé que me leen desde su retiro asintiendo sonrientes, como si todavía estuviéramos charrando en el pasillo entre clase y clase, y por supuesto de todos aquellos otros que andan por estas fechas ya con los nervios a flor de piel, envueltos en torretas de apuntes de oposiciones, con cronómetro al pecho y fosforitos en mano. A vosotros, que aún con todo, habéis seguido mostrando a vuestros alumnos la mejor de las sonrisas, y que incluso habéis sacado tiempo para leer, comentar y  sugerir artículos en este blog, os deseo la mejor de las suertes, porque también será la nuestra. A profesionales tan comprometidos con la educación como vosotros, se os espera por los centros con ganas.

Porque necesitamos sangre joven. Aire fresco. Espíritu rebelde e inconformismo pedagógico. Maestros sin complejos y valientes, que no se corten al “llamar al pan pan y al vino vino”, que nos ayuden a salir de este aborregamiento docente en el que andamos inmersos, fruto de las calamitosas directrices de una administración educativa parapetada tras su guardia pretoriana del cuerpo de inspectores, quienes se hacen pasear de la mano en innocongresos de sibilinos patrocinios bancarios, donde se venden a cuatro pesetas el duro panaceas y disparates educativos por igual, de las nuevas hordas de influencers de la docencia, que imaginan un mundo educativo siempre pintado de un bonito color de rosas, cuando lo que de verdad se demanda y a uno más le apetece, es…

“… abrir el pestillo, y la gatera, y que le den por culo a tanta primavera (educativa), que ya me está cansando”. (Kutxi Romero).

 

A todos, de verdad, mil gracias por leer.

 

 

2 comentarios sobre “FIN DE CURSO

  1. Enhorabuena!! Me ha encantado tu blog. Cargarte las pilas este verano, q ya tengo ganas de seguir leyendo tus mordaces, ciertos y comprometidos artículos de la realidad educativa española. Ánimo y seguir «dando caña» por mucho tiempo. Un abrazo y feliz verano.

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